Los Guájares

Compuesto por tres núcleos de población: Guájar Faragüit, en el que se encuentra el Ayuntamiento, Guájar Fondón y Guájar Alto. En conjunto, el valle de Los Guájares constituye todavía un enclave natural y paisajístico privilegiado.

El topónimo Guájar se deriva del vocablo árabe Wa-run, que significa abrupto, escarpado, de difícil acceso. Por tanto, su denominación hace referencia a la casi inaccesibilidad de los tres pueblos. Tanto es así que su estructura y topografía implicaron en su momento una modificación del espacio físico. Se realizaron acequias de derivación y otras obras hidráulicas, así como el aterrazamiento del terreno para cultivos agrícolas. Estos sistemas de regadío aún perduran en la actualidad.


Historia
El Valle del Río de la Toba se encuentra entre las Sierras del Chaparral y de las Guájaras, su geografía agreste, ha complicado, en gran medida, el asentamiento humano ya que las áreas donde es posible el cultivo son limitadas y reducidas.

No existen, por el momento, datos claros sobre asentamientos paleolíticos o neolícos de importancia. Aunque, en buena lógica, es de esperar que durante estos periodos el territorio que actualmente ocupa nuestro municipio fuera habitado de forma discontinua por diversos grupos humanos de escasa importancia numérica. Existen vestigios descontextualizados de época prehistórica que no permiten asegurar la ocupación humana en esta época.
Los primeros restos de poblamiento datan del periodo ibero-romano. En concreto el yacimiento del Minchar, los Cortijuelos y algún que otro resto nos indica que como consecuencia de la colonización romana de la costa mediterránea, esta se extendió también hacia el interior, aunque de forma mucho menos importante.

A partir del 711 la expansión de los pueblos árabes por toda la península marcará de forma definitiva el territorio que nos ocupa. Dos núcleos aparecen como claro exponente de la ocupación permanente: El Castillejo y Guájar La Vieja. Es de suponer que a partir del siglo XI se empezara a ocupar el territorio de forma organizada; y es por lo tanto en esta época donde ubicamos el origen de las poblaciones actuales. A partir de este momento se produce un extraordinario esfuerzo humano por acondicionar este agreste medio físico. El desarrollo de la actividad agraria, sobre todo en huertas de la vega del río Toba o río de la Sangre, marcará junto con la existencia de nacimientos de agua el asentamiento de los primeros núcleos. Así es de suponer que desde épocas muy tempranas existieron los tres núcleos que hoy conocemos como G. Alto, G. Faragüit y G. Fondón. De esta manera, a lo largo del Valle se asientan numerosas alquerías, algunas de ellas, origen de las poblaciones actuales: Guájar Alto, Guájar Faragüit, Guájar Fondón y la Bernardilla; Existía otra, Guájar la Vieja, que posteriormente fue despoblada, lo mismo que el poblado fortificado de "El Castillejo".

Tras la Toma de Granada, los Reyes Católicos repartieron los municipios de los Guájares a sus lugartenientes, por sus buenos servicios prestados a la corona: Guájar Faragüit al capitán Don Luís de Portocarrero, Señor de Palma; Guájar Fondón fue cedida a Don Juan de Ulloa; mientras que Guájar Alto seguiría perteneciendo a la Corona. Quizás, el hecho histórico más significativo acaecido en Los Guájares fueron los incidentes que tuvieron lugar a finales del s. XVI durante la Rebelión de los Moriscos, que presentaron aquí una especial virulencia.

Tras ellos, los moriscos fueron expulsados, procediéndose a la repoblación con 90 colonos cristianos de los montes de Granada, Jaén y Ciudad Real. A estos nuevos pobladores, se les repartían en suertes, los bienes que habían perteneció a los moriscos. En la navidad de 1884 se produjo un terremoto en la provincia, que afectó a los tres pueblos ocasionando graves daños materiales, quedando muchos inmuebles convertidos en escombros.

Guájar Faragüit, Guájar Fondón y Guájar Alto fueron tres municipios independientes hasta que, en 1973, se fusionaron en uno solo llamado Los Guájares, recayendo la capitalidad municipal en el núcleo faragüilero.

Gastronomía
Embutidos caseros, ollas, pucheros, ensaladas de tomates secados al sol, orejones y migas son algunas de las delicias que ofrece la cocina guajareña. El choto en salsa es uno de los platos más afamado de la zona.

Confina el término, por el norte, con el de Alcázar, por el este, con el de Polopos; por el sur, con el de Gualchos y el mar, y por el oeste, con el de Lújar.

Rubite dispone de varios anejos o cortijadas como Barranco Ferrer, Venta Don Cándido, Rambla del Agua, Los Díaz, Los Gálvez, además de disponer en su término municipal de las playas del Lance y Casarones.

Fiestas Patronales de Guájar fondón y Guájar alto (Virgen de La Aurora)

Estas fiestas se celebran en honor a la Virgen de La Aurora teniendo lugar en Guájar Fondón, el primer fin de semana de Agosto; y en Guájar Alto los días 14, 15, 16 de Agosto. La exaltación de la Virgen, a través de misas y solemnes procesiones es completada con otros actos como fuegos artificiales, verbenas y degustaciones gastronómicas.

Fiestas Patronales de Guájar Faragüit (San Lorenzo).

Estas fiestas se celebran en honor a San Lorenzo teniendo lugar los días 9, 10, 11 de agosto.
Al igual que en los otros núcleos anteriormente citados, se conforman de actos religiosos como la procesión de San Lorenzo al que sus vecinos muestran su gran devoción, así como actos lúdicos como verbenas populares, pasacalles, juegos para los niños, etc¿ Era costumbre en este pueblo, soltar un lechón por las calles en época de crianza para que la gente del lugar lo cebaran durante esos meses y lo rifaban el día de San Lorenzo, llamado "el marranico de San Lorenzo".

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