Molvízar es una pintoresca villa situada al pie del cerro de Jubrite y rodeada de barrancos, a tan sólo 9 kilómetros del mar entre los vórtices de Motril y Salobreña.
El casco urbano es de estilo morisco con calles estrechas, trazado irregular y acusadas pendientes. Casas de paredes muy blancas, con azoteas, con balcones floridos de añosas rejerías. Molvízar ha sido dos veces ganadora de un premio de embellecimiento de pueblos, lo que le da fama de localidad muy bien cuidada por sus habitantes.
Es famosa su fiesta de moros y cristianos, una de las más peculiares de toda la provincia y que desde finales de siglo se lleva a cabo por los vecinos de la localidad. Se celebran con motivo de las fiestas patronales en honor a Santa Ana, el 26 de julio. Es todo un espectáculo de luz y color. La primera parte tiene lugar a partir de las 12 del mediodía con la toma del castillo por parte de los moros, y a partir de las 6 de la tarde los cristianos recuperan el castillo.
Historia
Según los restos encontrados hasta este momento, se puede decir que los primeros asentamientos humanos en nuestro termino municipal datan del Neolítico, período en el que se empezaron a cultivar determinadas especies de cereales (trigo, cebada,...) y a domesticar animales (buey, cabra, oveja, cerdo,...); así como la aparición de la cerámica.
Entre el siglo XVIII y el XII antes de Cristo, según las zonas, se desarrolla la cultura del Argar (Edad del Bronce), etapa de la que se conocen la existencia de restos arqueológicos en la zona.
En la población se descubrió una pequeña estatuilla que por el parecido con otras se puede decir que se trata de una representación de la diosa Venus, fechable entre el siglo I al III después de Cristo. Esta figurita esta hecha en barro cocido (terracota).
En época romana había varios núcleos dispersos de población habitados, dos de los cuales eran villae; eran como unas casas de campo, donde además de la zona en que residían los dueños de la explotación, entre otras dependencias que podían tener había cuadras, almacenes, bodegas, lagares, molinos, cocina y habitaciones para los sirvientes y/o esclavos, etc..
Se conoce la existencia de al menos dos alfares (tejares) de esta época, uno estaba localizado en los pisos y el otro en la Palmilla.
La presencia humana en época romana abarcaría desde finales del siglo I a.C. al siglo IV d.C.
Hay restos de cerámica y de una torre vigía de época califal (siglo X d.C.).
El origen del actual núcleo urbano es de época nazarí (1238-1492), período en el que Molvízar era una alquería (aldea de pocas casas), perteneciente a la taha (sería un equivalente a partido) de Salobreña e inscrita dentro de la cora (se puede asimilar a provincia) de Elvira.
Molvízar cayó en poder de las tropas cristianas al mismo tiempo que Salobreña, a fines de 1489, ya que la rendición de la cabeza de la taha llevaba consigo en la mayoría de los casos del resto de la misma.
En 1492 cuando se concede la Bula de Erección de la Vicaria de Salobreña, Molvízar queda incorporada a la misma.
En 1495 los vecinos mudéjares (moros que vivían en tierras cristianas) se quejaron a los reyes Católicos, porque el repartidor les había quitado todas las tierras excepto las viñas y las casas.
A principios del siglo XVI la población era de unos 40-50 vecinos, posiblemente todos ellos mudéjares o ya bautizados (moriscos)
Sobre 1568 había unos 70 vecinos moriscos y ningún cristiano viejo.
1568-1571 Guerra de Granada, o sublevación de los moriscos del reino de Granada:
“los vecinos de Lobras y Trabo y Mulvizar se subieron luego a las sierras de las Guajaras y desampararon sus casas por huir de los daños que los vecinos de Salobreña y Motril les hacian; los cuales podremos decir que los alzaron, o a lo menos les dieron priesa a que se alzasen....” Esto ocurrió los primeros días de la sublevación (fines de diciembre de 1568).
Poco tiempo después el alcaide de Salobreña saqueó el lugar (el pueblo) y cogió a los moriscos que estaban cortando cañas, a los hombres los destinaron a galeras (barcos de guerra con remos) y a las mujeres las vendieron como esclavas.
Después de que los cristianos sitiados en Orgiva escaparan del cerco, cuando llegaron a Motril se hizo otro saqueo, aunque en este caso no hicieron prisioneros porque los vecinos de Molvízar se habían ido al monte cuando les vieron llegar.
Los moriscos que quedaron después de la guerra fueron llevados a tierras castellanas y expulsados de España entre 1609-1611.
Después de acabada la guerra se mandó repoblar el lugar, repartiéndose las casas y las tierras en unas 36 suertes, que fueron distribuidas entre 25 vecinos pobladores, un beneficiado (cura) y un sacristán.
Entre los requisitos que debían cumplir los pobladores figuraban el que fuesen pobladores útiles, que estuviesen casados y que fuesen de fuera del reino de Granada.
En 1600 el hermano Juan García de la Compañía de Jesús de la ciudad de Granada pide el asiento de la misma como un vecino más del lugar (poseían dos suertes). Años después levantarían la casa que todos conocemos como la Compañía.
En tiempos de Felipe IV se intentó vender Molvízar como un lugar de señorío, pero al final no se llevó a cabo y continuó siendo un lugar de realengo (perteneciente a la corona).
1745; aunque se supone que la cofradía o hermandad del Santísimo es más antigua, es la primera vez que aparece reflejada en los documentos, al igual que la cofradía de las Animas Benditas.
En la Compañía a mediados del siglo XVIII había entre sus dependencias, además de un oratorio y habitaciones, un molino de aceite, un cuarto de cuajar azúcar, otro para su blanqueo, un lagar, oficinas, bodegas de aceite y vino, cuadras,....
También a mediados de siglo el concejo (era algo parecido a los actuales ayuntamientos) de Molvízar celebraba una “fiesta votiva que el concejo tiene a Sra. Sta. Ana y S. Francisco”.
1767, se expulsa de los reinos de España a la Compañía de Jesús.
1785-1790, debido al aumento que experimentó la población (unos 1500 habitantes) y a los continuos reparos, se derribó la anterior iglesia y se construyó la actual.
La primitiva iglesia era de estilo mudéjar, techo con artesonado de madera, tenía cinco altares, el mayor con manifestador, y unas dimensiones de unas 25-26 varas de largo por 9-10,5 varas de ancho. La vara equivale a 83,56 cms.
La anterior iglesia sería muy parecida a la de Lobres (el artesonado se le quitó en los 70 del siglo pasado, por estar en malas condiciones) o a la de Salobreña.
Durante la guerra de la Independencia, según la tradición oral, la Compañía fue un cuartel de las tropas francesas, por otro lado en mayo de 1810 los alcaldes de varios pueblos, entre ellos el nuestro, fueron llamados a Almuñécar para prestar juramento de fidelidad a José I, y a partir de esta fecha aparecen las guerrillas encabezadas por Juan Fernández de Cañas, el alcalde de Otívar, apodado “Caridad”
En la primera mitad del siglo XIX se logra la independencia de Salobreña y entre 1856-
1860 Lobres fue un anejo de Molvízar, asimismo por estas fechas se le dio el título de villa al pueblo.
1884 fue un año funesto: empiezan a darse casos de cólera y hace su aparición la filoxera que arruinó las vides y para terminar el año se produjeron terremotos, que aunque no causó victimas si hubo daños materiales en las casas y en la propia iglesia.
Destacar que el primer día de los terremotos, el 25 de diciembre de 1884 sobre las 9 de la noche, se realizó una procesión de rogativa para que los terremotos cesasen en la cual salieron las imágenes de santa Ana y de la Virgen del Rosario (es la única vez que se sepa que ambas imágenes han salido juntas en procesión).
Además a finales de este siglo ya había comenzado la emigración hacia tierras americanas.
Gastronomía
Los platos típicos son la longaniza, choto con aliño, las migas y sobre todo la morcilla, un producto casero sin ningún tipo de aditivos y elaborado de forma artesanal.
Campos de viñedos dominan el paisaje de Molvízar. El microclima, el trabajo del hombre y la espera consiguen un vino en cuya elaboración se están introduciendo modernas técnicas y mejorando cada año. Para promocionar este caldo que cada vez cuenta con más fama en la comarca, los molviceños, cada dos de mayo, celebran unas catas con todos aquellos foráneos que se quieran sumar a la fiesta.
Fiestas
La Iglesia Parroquial de Santa Ana es el edificio de más relevancia histórico-cultural que hallamos en el municipio no es otro que su iglesia, dedicada a la advocación a Santa Ana, madre de la Virgen María, abuela de Jesucristo, y patrona de Molvízar.
Asentada en pleno corazón del municipio, fue mandada construir por orden de Carlos III en 1785. Es de estilo neoclásico, obra de Ventura Rodríguez. Las obras se concluyeron bajo el reinado de Carlos IV, en 1790.
Es una sencilla iglesia de ladrillo revestido. Consta de tres naves, la central más alta que las dos laterales, separadas por pilares, sin crucero y con capilla mayor elevada y a cuyos lados se sitúan, la sacristía, la torre, y otras dependencias formando la planta en rectángulo. Las cubiertas, de dos aguas, están conformadas interiormente con bóveda de cañón, la central con lunetas.
El proyecto fue realizado por el Maestro Mayor de Obras del Arzobispado de Granada, Juan Castellanos, y visado y modificado por el gran arquitecto académico, Ventura Rodríguez.
En su interior guardaba numerosas obras de arte tanto de esculturas como pinturas, que fueron expoliadas y destruidas durante la última Guerra Civil. No obstante aún queda un crucifijo del siglo XVI, un referente para el estudio de la escultura policromada andaluza; una virgen de Alonso de Mena y una San Lorenzo de finales del siglo XVI.
La fiesta mayor tiene lugar el día 26 de julio, fecha que el calendario católico dedica a Santa Ana. En esta fecha se celebra la representación de los Moros y Cristianos como conmemoración de las luchas entre ambos pueblos en la Edad Media, que concluyeron en 1492 con la Toma de Granada por las tropas de los Reyes Católicos y la expulsión del último rey nazarí, Boabdil.